Nuestra historia no termina aquí, Pedalovida es una realidad que ha entrado de lleno en la
sociedad Soriana.
Cientos de personas se acercaron el sábado 22 de abril a las nueve de la mañana para acompañar al grupo de pedaleo que iniciaba su camino hasta Burgos.
En el trayecto se unió la batucada Bloko U-Ke que hizo vibrar a todas las personas que allí nos encontrábamos, trasladando la lluvia a un segundo plano.



De manera espontánea las personas que allí se encontraban hicieron un pasillo para dejar
pasar al primer grupo de pedaleo camino a San Leonardo.
En el trayecto entre Soria y San Leonardo hubo multitud de personas que se acercaron a
animar y acompañar al grupo. En localidades como Cidones, Abejar o Cabrejas del Pinar,
sentimos el cariño y el apoyo a esta iniciativa, viniendo de distintas localidades como Vinuesa, Covaleda o Duruelo de la Sierra a estos puntos de paso para mostrar el apoyo y reivindicar la falta de medios en nuestra provincia.
El primer relevo se hizo en San Leonardo, donde dieron la marcha al segundo grupo que
hizo la etapa desde San Leonardo hasta Salas de Los Infantes, metiéndonos de lleno en la
provincia de Burgos. En cada etapa fuimos acortando tiempos de llegada al hospital de
Burgos (HUBU). Los nervios y la causa, nos hacían pedalear a mayor velocidad.
En Salas de los Infantes, con veinte minutos de adelanto, estaba preparado el grupo tres
ajustando sus calas para llegar al final del destino. Por el camino, nos fuimos encontrando
ciclistas que se fueron sumando a la causa. En Cardiñadejo, los 18 corredores que habíamos pedaleado el recorrido, junto a las grupetas de bicis que se sumaron a nuestra lucha, hicimos pelotón para entrar en Burgos dando visibilidad a nuestra problemática por el
centro de la ciudad.
A las 20:15 llegamos al HUBU, las emociones estaban a flor de piel. Este viaje era muy
especial, era un viaje para reivindicar la falta de medios, era un viaje solidario para recaudar
fondos para la investigación y la lucha contra el cáncer, era un viaje para visibilizar la
España vaciada, pero sobre todo, era un viaje de vida. Un viaje, por tí, por mí y por todos,
porque nadie estamos libres de sufrir esta enfermedad y tener que enfrentarnos a viajes
interminables para la curación.
Desde la organización de Pedalovida, queremos dar las gracias a todas las personas que
habéis hecho posible esta iniciativa.
Gracias por acudir a la marcha a pesar de la lluvia, gracias por comprar la camiseta y los
maillots, gracias por compartir en redes y dar a conocer nuestro abandono, gracias por
sumar iniciativas para apoyar la nuestra y gracias a los que habéis donado en nuestro
Crowdfunding.
Y es que mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede
cambiar el mundo, eso es lo que ha sido Pedalovida. Nos encantaría decir que se ha
acabado y que ya no habrá más ediciones, pero eso no depende de nosotros. Hasta que la
radioterapia sea una realidad, Pedalovida continuará en la lucha.