En el laberinto de nuevas adicciones, los jóvenes de Castilla y León caminan entre desafíos tecnológicos, sociales y de salud mental. Según los últimos datos del Plan Nacional sobre Drogas, problemas como el juego de azar, el uso excesivo de internet o el consumo digital desmedido configuran un panorama que requiere soluciones específicas para esta región, donde conviven grandes urbes y zonas rurales aisladas.
Los patrones de consumo y conducta revelan una preocupante normalización de comportamientos adictivos, especialmente entre los adolescentes. Esta realidad no solo refleja una evolución en las dinámicas de ocio, sino también una transformación en los riesgos asociados al entorno digital y sus efectos sobre las nuevas generaciones.
El juego de azar
El 17,7% de los estudiantes de 14 a 18 años reconoce haber jugado de forma presencial y un 10,7% de manera online durante el último año. Aunque las cifras muestran una ligera mejoría respecto a 2019, el impacto persiste, con un 4% de jóvenes presentando indicios de juego problemático. En Castilla y León, la combinación de accesibilidad digital y un ocio limitado en ciertas zonas rurales podría amplificar estos comportamientos.
Más que internet y videojuegos
El uso excesivo de internet sigue siendo una preocupación central. Con un 20,5% de estudiantes afectados, las mujeres destacan como el grupo más vulnerable, con un 25,9% frente al 15,3% de los hombres. Mientras tanto, los videojuegos, practicados por el 83,1% de los adolescentes, representan una actividad predominante con riesgos potenciales, ya que el 5,1% muestra síntomas de trastorno asociado.
Pornografía: un consumo alarmante
El 66,8% de los estudiantes admite haber consumido pornografía al menos una vez en su vida, con un uso notablemente superior entre los hombres. Este fenómeno, vinculado al acceso temprano a contenidos online, plantea interrogantes sobre su impacto en las relaciones y el desarrollo emocional de los jóvenes.
Un nuevo reto para la salud pública
El informe también destaca que el 82% de las admisiones a tratamiento por adicciones comportamentales en España están relacionadas con el juego, seguidas por el uso compulsivo de internet (9,3%). En un contexto como el de Castilla y León, donde las barreras geográficas pueden dificultar el acceso a recursos especializados, es esencial reforzar las estrategias preventivas y de atención.
La Junta de Castilla y León ha implementado el Plan Autonómico sobre Adicciones 2024-2030, un enfoque integral que aborda tanto las adicciones tradicionales relacionadas con sustancias como las nuevas dependencias sin sustancia, incluyendo el juego patológico y el uso excesivo de pantallas. Este plan unificado, una novedad en la región, cuenta con un presupuesto de 91 millones de euros para su ejecución en siete años.
El plan se estructura en cinco líneas estratégicas que abarcan desde la prevención hasta la intervención y la información. Una de las prioridades es la atención a las adicciones sin sustancia, como la ludopatía y la dependencia de dispositivos digitales. Para ello, se ha lanzado el proyecto «Pausa y Reconecta», dirigido a jóvenes, que busca fomentar un uso equilibrado de la tecnología mediante contenido educativo en redes sociales y la disponibilidad de atención telefónica para familias a través del 012.
Además, el plan pone énfasis en la prevención de nuevos patrones de consumo, como el uso de vapeadores, bebidas energéticas y la ingesta de hipnosedantes sin prescripción médica, especialmente entre la población joven. Se promoverá la creación de espacios libres de humo, alcohol y pantallas, especialmente en contextos de socialización juvenil.
Además, el plan pone énfasis en la prevención de nuevos patrones de consumo, como el uso de vapeadores, bebidas energéticas y la ingesta de hipnosedantes sin prescripción médica, especialmente entre la población joven. Se promoverá la creación de espacios libres de humo, alcohol y pantallas, especialmente en contextos de socialización juvenil.